
Desde el jueves 1 hasta el sábado 3 de agosto, las regiones de la costa peruana experimentarán un nuevo episodio de fuertes vientos, que podrían generar múltiples afectaciones tanto en el tránsito como en la salud pública. Así lo advirtió el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) a través del Aviso Meteorológico N.° 179, en el que se informa sobre la intensificación del viento con velocidades superiores a los 35 kilómetros por hora en zonas como Ica y Lima.
El fenómeno no solo ocasionará levantamiento de polvo y arena en sectores desérticos, especialmente al sur del país, sino también una disminución de la sensación térmica debido a la interacción con otras condiciones atmosféricas propias de la temporada invernal. Como efecto adicional, se esperan neblinas, lloviznas aisladas y reducción de la visibilidad horizontal, lo que podría afectar la circulación vehicular en determinadas zonas urbanas y rurales.
Especialistas del Senamhi explican que estos vientos responden al fortalecimiento del anticiclón del Pacífico Sur, que ingresa por la costa sur del país y se extiende hacia el litoral central y norte. Esta dinámica es típica en esta época del año, aunque el cambio climático ha venido acentuando la duración e intensidad de estos eventos en los últimos inviernos.

De acuerdo con el Senamhi, los departamentos comprendidos en este aviso son: Áncash, Arequipa, Ica, La Libertad, Lambayeque, Lima, Moquegua, Piura, Tacna y Tumbes, todos dentro del ámbito costero. El nivel de alerta emitido es amarillo, lo que implica fenómenos meteorológicos peligrosos, pero que ocurren con una frecuencia moderada y pueden afectar actividades cotidianas si no se toman precauciones.
En zonas como Pisco, Chincha, Nazca, Ica, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Villa El Salvador y Ventanilla, el impacto podría sentirse con mayor intensidad. Allí, el viento arrastra partículas contaminantes, incrementa el frío húmedo y genera condiciones adversas para personas con enfermedades respiratorias, adultos mayores o niños.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) recomendó asegurar los techos de viviendas, especialmente en zonas vulnerables, así como evitar estructuras temporales como carpas, paneles o toldos que puedan ser derribados por ráfagas repentinas.
También se aconseja limitar actividades al aire libre en las zonas más afectadas, mantenerse abrigado para prevenir enfermedades respiratorias y tener precaución al conducir, especialmente en horas de la mañana y la noche, cuando la visibilidad puede reducirse por la niebla costera.

Asimismo, entre el 1 y el 3 de agosto, diversas zonas de la costa nacional enfrentarán condiciones marítimas peligrosas debido a un oleaje anómalo impulsado por fuertes vientos y sistemas de baja presión en el Pacífico suroriental. Según especialistas y el Senamhi, este fenómeno podría generar olas de hasta 3 metros de altura, comprometiendo la seguridad en playas, malecones y sectores dedicados a la pesca artesanal.
Las autoridades de Defensa Civil ya han sido alertadas para considerar el cierre preventivo de accesos al mar, especialmente en áreas propensas a inundaciones por eventos similares en el pasado. La Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina continúa monitoreando el comportamiento de las mareas, mientras el COEN coordina acciones con municipios costeros y otras instituciones para minimizar riesgos.
Cabe precisar que este episodio no tiene conexión con el reciente sismo de magnitud 8.7 en Rusia, cuyo epicentro en el océano Pacífico generó una alerta de tsunami para diversas costas. A diferencia de ese evento sísmico, el actual oleaje responde a dinámicas propias del océano y la atmósfera durante el invierno, por lo que se recomienda a los ciudadanos mantenerse informados, evitar ingresar al mar y respetar las restricciones señaladas por las autoridades.