
Las autoridades de España autorizaron la extradición a Perú de José Juan Martínez, más conocido como ‘el Rubio’, el histórico asaltante del Banco Central de Barcelona en 1981. Ahora, a sus 69 años, enfrentará una nueva acusación por presunto narcotráfico en territorio peruano. La Audiencia Nacional y el Consejo de Ministros español dieron luz verde a la entrega, luego de evaluar la solicitud de las autoridades peruanas.

Según el pedido de extradición, Martínez habría estado involucrado en el envío de una maleta cargada con casi 10 kilos de cocaína, camuflada en paquetes de turrón, café y un maletín. La maleta, encontrada en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima en junio de 2008, estaba registrada a su nombre. Además, un recepcionista de un hotel limeño habría reconocido al acusado como huésped durante esos días. Estas pruebas motivaron la acción legal de la Justicia peruana, que busca juzgarlo por tráfico ilícito de drogas, delito que contempla penas de 15 a 25 años de prisión.
La defensa de ‘el Rubio’ sostiene que nunca ha estado en Perú y que, durante el tiempo señalado en la investigación, cumplía una condena en Francia. Su abogado también cuestiona la validez de la prueba del pasaporte, señalando errores en los datos y afirmando que la maleta no le pertenecía. “Jamás fue detenido con esa maleta ni viajó con ella”, sostiene su defensa.

Otro factor clave ha sido su estado de salud. Martínez sufrió un infarto en abril de 2024, y desde entonces presenta problemas cardíacos recurrentes. Por ello, los médicos penitenciarios no recomiendan vuelos de larga duración hasta su recuperación. Incluso, el último intento de traslado tuvo que ser suspendido luego de que el acusado se opusiera a subir al avión, y el comandante de la aeronave rechazara transportar a un pasajero en estado de agitación. A pesar de estas complicaciones, la Audiencia Nacional ha reiterado que estos factores podrían retrasar, pero no impedir la extradición.

El Ministerio Público del Perú sostiene que ‘el Rubio’ viajó a Lima “con la única finalidad de transportar droga al extranjero”. La evidencia principal son la maleta con droga registrada a su nombre y la declaración del trabajador del hotel. La acusación ha sido considerada válida por el tribunal peruano, que lo requiere para ser procesado conforme a las leyes nacionales.
A pesar de los alegatos de su defensa y las condiciones médicas, la Audiencia Nacional ha ratificado que la entrega se concretará. Se prevé que el intento de extradición a Perú se reintente en los próximos días, una vez que se aseguren las condiciones de seguridad para el criminal español.
José Juan Martínez, alias ‘el Rubio’, se hizo conocido por su rol como líder del asalto al Banco Central de Barcelona, ocurrido el 23 de mayo de 1981. En ese atraco, una docena de hombres armados retuvo a más de 300 rehenes durante más de 36 horas de pánico.
El evento coincidió con la tensión política generada por el fallido golpe de Estado del 23-F, lo que dio pie a teorías de conspiración que el propio José Juan Martínez alimentó. “Saqué del banco documentos que implicaban al rey en el 23-F”, declaró en una entrevista años después.

Martínez fue condenado a 30 años de prisión y protagonizó varias fugas durante permisos penitenciarios, incluyendo escapes de las cárceles de Ocaña y Castellón. Tras cumplir condena, vivió con bajo perfil hasta el resurgimiento de su figura pública con el estreno de la miniserie de Netflix ‘Asalto al Banco Central’, donde fue interpretado por el actor Miguel Herrán.
El sábado 23 de mayo de 1981, a las 9:00 de la mañana, once hombres encapuchados irrumpieron en la sede central del Banco Central de Barcelona, ubicada en plena Plaza de Cataluña. Con disparos al aire, anunciaron su violenta entrada al edificio y tomaron como rehenes a varios cientos de personas, dando inicio a una de las crisis más largas e intensas en la historia criminal reciente de España. El atraco duró 37 horas, tiempo en el que el edificio permaneció cercado por la policía, con francotiradores en los techos y unidades de élite listas para intervenir.

Los delincuentes, liderados en el lugar por un sujeto apodado “Número Uno”, posteriormente identificado como José Juan Martínez Gómez, alias ‘el Rubio’, llegaron a difundir un comunicado mecanografiado en el que exigían la liberación de Antonio Tejero y otros golpistas del intento de golpe de Estado del 23-F, lo que generó una ola de especulaciones sobre una posible motivación política detrás del asalto. Aunque “el Rubio” siempre negó haber ideado el plan y responsabilizó a los servicios secretos españoles, asegurando que el verdadero objetivo era recuperar documentos comprometidos del fallido golpe, la versión nunca fue confirmada oficialmente.
Durante el asalto, la tensión llegó a su punto máximo cuando un francotirador abatió a uno de los atracadores que se encontraba con un rehén en la azotea. Esta acción provocó un giro drástico en la situación y permitió que los GEOS irrumpieran desde el techo, iniciando el desalojo del edificio aún con más de 200 rehenes dentro. Frente a esta operación, los delincuentes decidieron finalizar el atraco y pidieron a los rehenes que salieran en masa, con la intención de mezclarse entre ellos para escapar sin ser identificados.

Sin embargo, la fuga fue frustrada. En cuestión de minutos, nueve de los asaltantes fueron detenidos por la policía. Solo uno logró escapar. Durante el tiempo que duró el secuestro, varios directivos del banco permanecieron ocultos e incomunicados, sin acceso a alimentos ni información sobre lo que ocurría fuera de su escondite.