En el corazón del caso “Los Waykis en la sombra”, una nueva figura ha emergido como inesperado delator: Noriel Chingay Salazar. De acuerdo con el programa ‘Punto Final’, este exprefecto regional de Cajamarca, procesado por su presunta participación en la red vinculada a Nicanor Boluarte, ha optado por romper el silencio mediante una serie de cartas dirigidas directamente a la presidenta Dina Boluarte. En esos escritos, Chingay revela maniobras internas en el Ministerio del Interior y acusa al actual ministro de Salud, César Vásquez, de designar prefecturas y subprefecturas con personas de su confianza y afines a su círculo político.
El denominado “Wayki delator” ha detallado en al menos cinco cartas dirigidas a la presidenta Boluarte, las presiones que asegura enfrentar en su proceso judicial y la supuesta manipulación de cargos, bajo designaciones irregulares en la prefectura de Cajamarca. Las cartas, selladas y recibidas por Palacio de Gobierno pondrían al descubierto la disputa por poder dentro del Ejecutivo y el partido liderado por el hermano de la mandataria, Ciudadanos por el Perú.
Las cinco cartas enviadas por Noriel Chingay a Dina Boluarte
En su primera misiva, enviada el 14 de septiembre de 2024, Noriel Chingay Salazar solicitó formalmente a la presidenta Dina Boluarte el cese inmediato de la subprefecta distrital de Cajamarca, Eliana Salazar Arribasplata, y del entonces director de Autoridades Políticas, Víctor Jara Albújar. Alegó que ambos funcionarios lo perjudicaban directamente en el proceso judicial que enfrenta junto a Nicanor Boluarte, acusando además a Jara de influenciar para que la subprefecta se acogiera a la colaboración eficaz. “Estas son las dos personas que deben irse de inmediato”, enfatizó en el documento recibido por Palacio de Gobierno.
Solo tres días después, Chingay envió una segunda carta, esta vez dirigida al entonces ministro del Interior, Juan José Santivañez. En esta comunicación, reiteró el pedido de destitución de Eliana Salazar y Víctor Jara, repitiendo que ambos atentaban contra su defensa en el proceso judicial que comparte con el hermano de la presidenta. Argumentó que la subprefecta filtraba información al colaborador eficaz que lo acusa, comprometiendo su situación legal.
En una tercera carta remitida a Dina Boluarte, Chingay insistió en su exigencia de destituir a la subprefecta Eliana Salazar. Según afirma, ella habría entregado documentación clave al colaborador eficaz Gilmer Flores, principal testigo en su contra. En el texto, alertó directamente a la mandataria: “No podemos permitir este tipo de gente en su gestión, señora presidenta de la República”. Poco después, Víctor Jara presentó su renuncia y Salazar dejó su cargo.
En su cuarto oficio, nuevamente dirigido a Boluarte, Chingay adoptó un tono más político y crítico. Afirmó que los cargos de prefecturas y subprefecturas en Cajamarca estaban siendo copados por el ministro de Salud, César Vásquez, y el congresista Quiroz, ambos de Alianza para el Progreso (APP). “No se puede permitir que las subprefecturas estén tomadas por gente de César Vásquez que criticaron el gobierno que usted dirige”, advirtió el exfuncionario, quien concluyó con la sentencia: “César Vásquez es un cadáver político”.
En la quinta y última carta conocida, enviada al ministro del Interior Julio Díaz Zulueta, Chingay reclamó por la designación de Silver Pérez Alarcón como prefecto regional de Cajamarca y pidió el relevo inmediato de Carolina Velasco Nalvarte, directora de Autoridades Políticas, así como del director de Gobierno Interior, Mario Accinelli Nolte. En el documento, denunció que los subprefectos designados serían simpatizantes del expresidente Pedro Castillo y alertó sobre un posible conflicto social en Cajamarca debido al desplazamiento de personas leales al gobierno.