Una madre de familia de comas fue sentenciada a 30 años de cárcel por extorsionar a profesoras de un colegio de Comas. La mujer obtuvo los números de teléfonos a través del grupo de WhatsApp de las mamás de la clase.
Nercy Sánchez Palomino (47) es el nombre de la extorsionadora que, junto a Juana Coronado -su cómplice y condenada a 20 años de prisión- sembró el terror entre los docentes del colegio Guadalupe y una boticaria. Las criminales les exigían dinero con amenazas de muerte y fotos de ellas junto a sus hijos, sacadas de redes sociales.
El caso empezó en noviembre de 2023, cuando la subdirectora, dos profesoras y un comerciante recibieron mensajes por WhastApp desde un número desconocido. En el chat les enviaban mensajes agresivos, fotos de personas con armas y fotos de las víctimas con los alumnos.
A una de las víctimas se le pedía S/ 15,000. “Te estoy vigilando a tu madre y hermano, qué tal si les pasa algo por donde vives”, se lee en un mensaje.
En estado de pánico, dos de las víctimas accedieron a efectuar depósitos en la cuenta proporcionada: 150 soles en una ocasión y 200 soles al día siguiente; otra persona transfirió 100 soles. No obstante, las amenazas persistieron. Ante esta situación, las cuatro personas agraviadas acudieron a la División de Secuestros de la Policía Nacional del Perú, ubicada en la Av. España, para formalizar la denuncia correspondiente.
Las diligencias investigativas condujeron a la identificación de Nercy Sánchez como titular de la cuenta bancaria donde se realizaron los depósitos. Al momento de su detención, se le incautaron el chip telefónico utilizado para emitir las amenazas, así como la tarjeta bancaria asociada a los cobros.
Según lo declarado por la fiscal adjunta Erika Rojas Castillejo, Nercy Sánchez obtuvo los números telefónicos de las docentes a través del grupo de WhatsApp conformado por madres de familia del colegio donde estudiaban sus hijos. Con dicha información, y en coordinación con su cómplice, dio inicio a una serie de amenazas dirigidas a las profesoras.
En el desarrollo del proceso judicial, el Ministerio Público presentó como evidencia audios, capturas de pantalla, comprobantes de depósito y peritajes forenses. El análisis técnico determinó, con un nivel de certeza del 99.9%, que Sánchez era la autora de los mensajes intimidatorios. Ambas procesadas ya contaban con antecedentes por estafa y extorsión, lo que agravó la valoración de su conducta.
La sentencia fue contundente: Nercy Sánchez recibió una pena privativa de libertad de 30 años, mientras que su cómplice, Coronado, de 68 años de edad, fue condenada a 20 años de prisión.
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