Podemos Perú no participará en la ‘Ronda de Diálogo por la Gobernabilidad Democrática’ convocada por la presidenta Dina Boluarte y programada para este martes 3 de junio a las 2:30 pm en Palacio de Gobierno. Así lo confirmó el ex parlamentario Aarón Espinoza a través de sus redes sociales.
“El partido Podemos Peru no asistirá a Palacio de Gobierno porque la presidenta no tiene un plan claro para el país. La presidenta solo busca negociar prebendas a cambio de votos; y no nos prestaremos a ese juego”, escribió el ex legislador en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Cabe recordar, que la Presidencia del Consejo de Ministros había cursado una invitación formal al vocero titular, José Luna Gálvez, para participar en el encuentro junto a representantes del grupo parlamentario. El objetivo, según el documento, era debatir la política general del gobierno y las principales medidas de gestión. Sin embargo, según Espinoza, desde Podemos Perú consideran que la iniciativa carece de legitimidad y claridad de propósito.
Asimismo, la bancada de Podemos Perú anunció que no otorgará el voto de confianza al Gabinete liderado por Eduardo Arana, al considerar que su designación responde a una “vergonzosa repartija política” y forma parte del fracaso del actual Gobierno. A través de un pronunciamiento difundido en su cuenta oficial de X, el partido también hizo un llamado a las fuerzas políticas representadas en el Congreso para impulsar la formación de un gobierno transitorio.
¿Qué pasa si el Congreso le niega el voto de confianza al Gabinete de Arana?
Si el Congreso decide negar el voto de confianza al Gabinete presidido por Eduardo Arana, se produciría una ‘crisis total del gabinete’, tal como lo establece el artículo 133 de la Constitución. Esto implica la renuncia obligatoria del presidente del Consejo de Ministros y de todos los titulares de las carteras ministeriales. En ese escenario, la presidenta Dina Boluarte deberá designar un nuevo gabinete, el cual tendrá un plazo de 30 días para presentarse ante el Parlamento y solicitar nuevamente la confianza.
Esta sería la primera negación de confianza durante el actual gobierno, por lo que no permitiría aún la disolución del Congreso. Sin embargo, si un segundo gabinete también fuera rechazado, la presidenta estaría facultada constitucionalmente para cerrar el Parlamento y convocar nuevas elecciones legislativas, de acuerdo con el artículo 134. La negación de confianza, por tanto, no solo obliga a una recomposición del Ejecutivo, sino que puede escalar hacia una confrontación institucional más severa.